Eugenia Resmini, investigadora de la U747 CIBERER en el Hospital Sant Pau de Barcelona, ha explicado el proyecto de intervención con mindfulness como terapia para pacientes con acromegalia en una completa entrevista en el programa radiofónico “Enfermedades Raras”, dirigido por Antonio G. Armas y que se emite en Radio Libertad FM. Podéis escucharla en este enlace.
La acromegalia –indicó Resmini en la entrevista– es una enfermedad rara que aparece cuando la hipófisis produce demasiada hormona del crecimiento (GH). La hipófisis es una glándula endocrina pequeña, pegada a la parte inferior del cerebro, que produce varias hormonas, como por ejemplo la GH. La acromegalia se caracteriza por signos físicos como el aumento de las extremidades y también por dolor crónico, problemas de sueño o déficits neuropsicológicos.
La acromegalia tiene una prevalencia de 40-70 casos por millón de personas. En España, hay diagnosticados unos 3000 casos, pero probablemente los afectados serán muchos más. La Dra. Resmini destacó en la entrevista, emitida el jueves 2 de septiembre, que las campañas de concienciación junto con la Asociación Española de Afectados por Acromegalia han sido de gran utilidad para conseguir más diagnósticos.
La U747 CIBERER fue pionera en demostrar la presencia de alteraciones neuropsicológicas en pacientes con enfermedades hipofisarias y específicamente en la acromegalia. “Queríamos ser también los primeros en ofrecer una terapia no basada en la farmacología”, apuntó Resmini.
El grupo optó por diseñar una intervención basada en el mindfulness, una práctica de meditación que consiste en estar centrados en lo que está pasando en el momento presente y que se utiliza cada vez más en el ámbito de la salud.
En el marco de este proyecto, realizado en colaboración con Alicia Santos, psicóloga experta en mindfulness que también forma parte de la U747 CIBERER, se realizó un ensayo clínico en otoño de 2020 con 60 pacientes del Hospital Sant Pau de Barcelona y el Hospital Papa Giovanni XXIII de Bergamo, con los que se trabajó en 8 sesiones semanales.
Se aplicaron protocolos diferentes en los dos hospitales. En el grupo de intervención de Barcelona, se produjo claramente una disminución del dolor y una mejor conciliación del sueño. En Bergamo, hubo también una mejoría en estas variables. Además, en ambos centros tuvo lugar una fuerte disminución de la frecuencia cardíaca de los pacientes, especialmente intensa en las últimas semanas.
Los resultados definitivos de este ensayo clínico están pendientes de publicación en una revista científica, pero la percepción personal de la Dra. Resmini es que “todos los pacientes han valorado este programa y la ayuda que les ha supuesto para su día a día”.